La primera mitad del siglo XVI fue, en gran parte, la del reinado del emperador Carlos I, coronado tras la muerte de su abuelo materno Fernando. Aumentó por toda Castilla el descontento y la desconfianza hacia el nuevo monarca extranjero, y hacia sus ministros y consejeros. Principalmente en respuesta a los nuevos impuestos determinados por éste.
La Guerra de las Comunidades afectó también a la vida de la Villa, dividiendo en bandos a la población.
Aunque parte de la Villa se había levantado contra Carlos I, otra le había permanecido fiel, con lo que era difícil aplicar a Madrid algún tipo de castigo, prácticas a las que por otro lado, no fue nunca muy proclive el emperador.
Por otra parte, el crecimiento urbano de Madrid fue evolucionando cada vez mas.
Dicho crecimiento, se había operado siempre en dirección a levante, dadas las mejores condiciones del terreno, y ya en época de los Reyes Católicos, los límites del caserío llegaban a la Puerta del Sol por el oriente, a la Plaza de la Cebada por el sur, y a la Plaza del Callao por el norte.
Las licencias de construcción no cesaban, y en tiempos del emperador, los límites de Madrid abarcaban ya una superficie considerable. Se habla de ciertas puertas, que no debieron tener ningún empaque arquitectónico, siendo más bien grandes portalones de entrada y salida, unidas a un tapial o cerca modesto.
En 1550, cuando reside de nuevo Carlos I en el Alcázar de Madrid, ordenóla ejecución de importantes reformas, arquitectónicas y decorativas, que hicieran del viejo y destartalado castillo un palacio más acorde con los tiempos del Renacimiento.
A lo largo de su reinado, se han llevado a cabo numerosas fundaciones religiosas y monacales, que alejan, por su número y calidad, cualquier impresión de que la Villa fuese, en el siglo XVI, un lugar mísero y mezquino.
Hechos importantes que tambien se pueden destacar en este siglo son los siguientes:
El rey de Francia, Francisco I, es hecho prisionero en la batalla de Pavía, en 1525 por las tropas imperiales, y trasladado a Madrid, donde se hallaba el emperador. Después de varios meses, se firmó la llamada Concordia de Madrid, en 1526, volviendo Francisco I a Francia, aunque dejando dos hijas en Madrid en garantía de cumplir lo pactado.
Dos años después, en 1528, el emperador convoca Cortes en Madrid, para jurar Príncipe de Asturias al futuro Felipe II.
En 1556, tras la abdicación del Rey Carlos I, Felipe II es proclamado Rey, en lo que se convertiría en el periodo de mayor apogeo de España.
Felipe II se asentó en Madrid, que se convirtió en la nueva capital del imperio en 1561 y Castilla paso a convertirse en el centro de su reinado.
En 1588 , el rey envió a la Armada Invencible para intentar conquistar las Islas Británicas, pero este intento acabó por convertirse en una de las derrotas más sonadas de España. Este hecho significó el principio del declive del imperio español.
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