Esta es mi última entrada del blog ya que , estamos en la recta final . Y, buscando en internet monumentos y zonas de Madrid que fueran interesantes para esta última entrada , encontré algo sorprendente para mí y que , sinceramente , me provoco un gran interés .
Resulta que en Madrid existe un edificio llamado’’ Palacio de Santoña’’ y ahí es donde vivo yo , en Santoña. Se trata de un pueblo cántabro, muy bonito, desde mi punto de vista, y aunque ya era histórico por ser la cuna de Juan de la Cosa , cartógrafo que acompaño a Cristóbal Colon en el primer viaje del descubrimiento de América y creador del primer mapa del mundo conocido entonces y por haber nacido allí Carrero Blanco , me sorprende saber que tiene mucha más historia de la que yo conocía .
Mientras iba leyendo la historia de este palacio, veía nombres tales como Duque de Santoña , o Marques de Manzanedo( que da la casualidad que es el nombre del que fue mi instituto) que , aunque había oído hablar de ellos , no sabía que detrás de estos personajes históricos se guardaba la historia de un palacio que , con orgullo , lleva el nombre de mi pueblo .
A continuación voy a hacer una exposición de dicha historia:
Este edificio, tan desconocido como interesante, guarda en su interior la mayor colección de pinturas murales de la ciudad. El Plano Texeira de 1665 recoge la existencia de esta edificación ubicada en la Calle de las Huertas nº 13 que data de 1576 y perteneció en origen a los marqueses de Fresneda y vizcondes del Fresno. En 1731 fue adquirido por el político y banquero Juan Francisco Goyeneche, Marqués de Ugena, un conocido banquero de Felipe V e Isabel de Farnesio.
Goyeneche recurrirá a Pedro de Ribera, continuador del estilo barroco de Churriguera y autor del Puente de Toledo o del Cuartel de Conde Duque entre otras obras, para hacer modificar la portada de la calle de las Huertas. El resultado serán composiciones simétricas de perspectiva horizontal y el material predominante será el granito combinando el ladrillo con la cantería.
Al morir Goyeneche y su mujer, y sólo durante algunos años, sus sucesores alquilarán el edificio a la Contaduría del Pósito Real. Después de la guerra de la independencia vuelve a ser habitado por los condes de Saceda, relacionados con los Goyeneche.
Juan Manuel de Manzanedo, Marqués de Manzanedo y Duque de Santoña, dará nombre al palacio desde 1874, fecha en que lo adquirió. Será él quien lo transforme en uno de los más representativos del S. XIX. Encargará la reforma de la portada principal en la calle del Príncipe al arquitecto Antonio Ruiz Salces, quien lo adaptará a las corrientes de la época con decoración exótica de influencias orientales.
Poco después de la muerte del Marqués de Manzanedo en 1882 pasó a manos del político José Canalejas. Perteneció a su familia hasta 1933 en que un sobrino del propietario lo vendió a la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.
El valor artístico de este Palacio es de un interés incalculable. En el interior se conserva una gran colección de pinturas murales sobre estuco, tabla y tela, con alusiones al comercio y a la industria mezcladas con otras alegorías de las artes plásticas.
Como ejemplo del arte que encierra este Palacio, pongamos su primera planta. Cuenta con distintas estancias de gran valor artístico como el Salón de Fiestas de estilo renacentista, el salón Pompeyano del estilo que cita su propio nombre y la Rotonda, donde destaca el contraste de colores de los mármoles del pavimento y los lienzos.
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