En primer lugar y antes de entrar en materia histórica, como es propio del blog, desearos desde el grupo un muy feliz año nuevo –por mucho que a Sergio le pese-. Para evitar decir todos los tópicos propios de estas fechas, me pongo manos a la obra.
Con las vacaciones parece que hemos perdido un poco la cuenta de las semanas y es que cuando nos sacan de la rutina perdemos la concepción del tiempo, sobre todo si andamos con tantas cenas, comidas, cambiando de año… Una vez más, lamentándolo, no he recibido información de todos los integrantes del grupo a pesar de que ha habido más tiempo de lo normal; en cualquier caso, puede estar medio justificado por lo desconcertante del momento en el que nos encontramos.
Entramos en la recta final, momento de dividir la información y preparar la exposición. Por muy interesantes que puedan ser los temas, habremos de ajustarnos a cinco minutos apoyados por un powerpoint.
Estos días atrás (ya hemos perdido la cuenta), Sergio estuvo estudiando los mapas para ver la evolución de la fisionomía de Madrid a partir de la Edad Moderna, pero además continuó con la búsqueda de información. Por ello, pudo contarnos que la evolución de Madrid como ciudad puede documentarse desde el siglo XVI, ya que el periodo anterior es muy difícil de estudiar ante la ausencia de planos además de que únicamente podemos conocer cómo fue el Madrid medieval a través de testimonios recogidos en libros de viajeros de la época. De todo esto destaca el grabado del siglo XVI de Wyngaerde titulado Vista de Madrid. En él nos podemos hacer una idea de cómo era la ciudad en aquellos momentos: a la izquierda, sobre la colina en la que hoy está el Palacio Real, se alzaba el Alcázar de origen musulmán; multitud de iglesias con sus campanarios recortaban la silueta del horizonte madrileño, desgraciadamente, hoy perdidas casi todas; y una muralla que databa del siglo XII combinada con la primitiva musulmana y la cerca construida a finales del medievo para cerrar los arrabales circunvalaban la ciudad. Nombró, además, datos de densidad de edificación, distribución de las casas y de las familias, etc. en el Madrid en 1597. Numeración que voy a obviar por ser esto un resumen.
El compañero también leyó el libro de Breve historia de los Austrias para poder comprender mejor la situación del siglo XVI en España y poder entender la decisión de Felipe II de trasladar la corte a Madrid: su vida, la evolución de su reinado, etc.
No pudo buscar mucho más –como nos pasa a todos- porque hay que compartir el tiempo con la búsqueda de información para los ensayos. En cualquier caso, resultó interesante.
Por otro lado, Loreto buscó información sobre la Guerra de los siete años, desarrollada entre 1756 y 1763. El rey se vio obligado a tomar parte en la guerra después de que Inglaterra ocupara Honduras y se perdiera la colonia francesa de Quebec, con la intención de detener la expansión británica. En 1761 se firmó el Tercer pacto de familia, entrando España en la guerra. El final de la misma se dio en 1763 con la Paz de París y con España cediéndole la Florida y territorios del Golfo de México a Gran Bretaña, a cambio de La Habana, Manila y la Luisiana francesa. Portugal, por su parte, recuperó la colonia del Sacramento. Además, la compañera nos habló también sobre el papel de España en la Guerra de independencia de Estados Unidos (1776-1783). España, aliada con Francia, se enfrentó a Inglaterra apoyando la emancipación de las colonias británicas. El final de la guerra se debió al Tratado de Versalles, con el que España recuperró Florida y los territorios del Golfo de México, aunque no pudo hacerse de nuevo con Gibraltar.
Por último, nos contó que, en la zona del Mediterráneo, el rey intervino en África con el objetivo de liberar el mar de piratas berberiscos y de obtener beneficios económicos.
Yo, la observadora, continué ampliando mi tema, esta vez tratando de buscar más información sobre el concejo y el corregidor, figuras importantes en el Madrid del XVII. Por contar brevemente algo, decir que, entre las funciones del corregidor se encontraba la de ser juez de causas civiles que tuvieran que ver con el concejo, que regulaban la producción y se relacionaban con los gremios para recaudar las alcabalas y demás impuestos.
Ahora que queda poco y todo va más deprisa, esperamos poder acabar tan bien como empezamos. En breve lo veremos.
Laura Esteban Araque.
Con las vacaciones parece que hemos perdido un poco la cuenta de las semanas y es que cuando nos sacan de la rutina perdemos la concepción del tiempo, sobre todo si andamos con tantas cenas, comidas, cambiando de año… Una vez más, lamentándolo, no he recibido información de todos los integrantes del grupo a pesar de que ha habido más tiempo de lo normal; en cualquier caso, puede estar medio justificado por lo desconcertante del momento en el que nos encontramos.
Entramos en la recta final, momento de dividir la información y preparar la exposición. Por muy interesantes que puedan ser los temas, habremos de ajustarnos a cinco minutos apoyados por un powerpoint.
Estos días atrás (ya hemos perdido la cuenta), Sergio estuvo estudiando los mapas para ver la evolución de la fisionomía de Madrid a partir de la Edad Moderna, pero además continuó con la búsqueda de información. Por ello, pudo contarnos que la evolución de Madrid como ciudad puede documentarse desde el siglo XVI, ya que el periodo anterior es muy difícil de estudiar ante la ausencia de planos además de que únicamente podemos conocer cómo fue el Madrid medieval a través de testimonios recogidos en libros de viajeros de la época. De todo esto destaca el grabado del siglo XVI de Wyngaerde titulado Vista de Madrid. En él nos podemos hacer una idea de cómo era la ciudad en aquellos momentos: a la izquierda, sobre la colina en la que hoy está el Palacio Real, se alzaba el Alcázar de origen musulmán; multitud de iglesias con sus campanarios recortaban la silueta del horizonte madrileño, desgraciadamente, hoy perdidas casi todas; y una muralla que databa del siglo XII combinada con la primitiva musulmana y la cerca construida a finales del medievo para cerrar los arrabales circunvalaban la ciudad. Nombró, además, datos de densidad de edificación, distribución de las casas y de las familias, etc. en el Madrid en 1597. Numeración que voy a obviar por ser esto un resumen.
El compañero también leyó el libro de Breve historia de los Austrias para poder comprender mejor la situación del siglo XVI en España y poder entender la decisión de Felipe II de trasladar la corte a Madrid: su vida, la evolución de su reinado, etc.
No pudo buscar mucho más –como nos pasa a todos- porque hay que compartir el tiempo con la búsqueda de información para los ensayos. En cualquier caso, resultó interesante.
Por otro lado, Loreto buscó información sobre la Guerra de los siete años, desarrollada entre 1756 y 1763. El rey se vio obligado a tomar parte en la guerra después de que Inglaterra ocupara Honduras y se perdiera la colonia francesa de Quebec, con la intención de detener la expansión británica. En 1761 se firmó el Tercer pacto de familia, entrando España en la guerra. El final de la misma se dio en 1763 con la Paz de París y con España cediéndole la Florida y territorios del Golfo de México a Gran Bretaña, a cambio de La Habana, Manila y la Luisiana francesa. Portugal, por su parte, recuperó la colonia del Sacramento. Además, la compañera nos habló también sobre el papel de España en la Guerra de independencia de Estados Unidos (1776-1783). España, aliada con Francia, se enfrentó a Inglaterra apoyando la emancipación de las colonias británicas. El final de la guerra se debió al Tratado de Versalles, con el que España recuperró Florida y los territorios del Golfo de México, aunque no pudo hacerse de nuevo con Gibraltar.
Por último, nos contó que, en la zona del Mediterráneo, el rey intervino en África con el objetivo de liberar el mar de piratas berberiscos y de obtener beneficios económicos.
Yo, la observadora, continué ampliando mi tema, esta vez tratando de buscar más información sobre el concejo y el corregidor, figuras importantes en el Madrid del XVII. Por contar brevemente algo, decir que, entre las funciones del corregidor se encontraba la de ser juez de causas civiles que tuvieran que ver con el concejo, que regulaban la producción y se relacionaban con los gremios para recaudar las alcabalas y demás impuestos.
Ahora que queda poco y todo va más deprisa, esperamos poder acabar tan bien como empezamos. En breve lo veremos.
Laura Esteban Araque.
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